La mayoría de libros que se publican sobre el antiguo Egipto tienden a destacar el papel de los reyes, de los grandes nobles y de los sacerdotes. En este libro & x02013;que Barry Kemp ha calificado de "detallado y lucido"& x02013;, T. G. H. James se centra, por el contrario, en examinar los trabajos y los dias de los egipcios anonimos: burocratas y escribas, albañiles y campesinos, carpinteros y artesanos. ¿En que tipo de casas habitaban y como eran sus condiciones de vida? ¿Como se administraba justicia? ¿Que sabemos de sus relaciones familiares, de sus rivalidades y pleitos, de sus sueños y esperanzas, es decir de su vida real? A todas estas preguntas nos responde T. G. H. James que ha realizado un exhaustivo trabajo de investigacion a traves de las inscripciones de tumbas y templos, de los archivos oficiales, de la correspondencia privada, de informes y despachos para devolvernos el pulso de la vida cotidiana en el imperio faraonico y mostrarnos cuanto en comun tienen nuestras vidas con las de aquellos que habitaron las riberas del Nilo hace casi cuatro mil años.
Ampliamente ilustrado, el libro estudia el amplio panorama de la pintura egipcia en toda su riqueza y diversidad. A lo largo de sus páginas, el autor examina los materiales utilizados por los pintores antiguos y explica las convenciones y los métodos que rigieron sus obras. Siguiendo las pautas marcadas por la tradicion, hubo grandes artistas cuyas obras merecen ser valoradas, tanto por su valía como por formar parte de un ciclo histórico cuya duración en el tiempo, tres mil años, no tiene parangón en ninguna cultura.