WILLIAM G. GRAY

La Magia del Templo nos revela el verdadero propósito de la magia, el cual no es moldear el mundo para que refleje el alma humana, sino moldear el alma para que llegue a ser un reflejo de la Divinidad. William Gray examina en esta obra todos los aspectos del templo, tanto materiales como simbólicos y lo hace desde todos los ángulos posibles. Los instrumentos, los muebles, la estructura y la utilización de un templo oculto moderno son expuestos totalmente ante el lector y también le son explicados sus significados. Este libro será de un valor incalculable para cualquiera que desee aprender cómo se debe establecer un templo oculto o cómo se trabaja en él o para quienes simplemente sientan curiosidad por saber cómo es el lugar donde se realiza la magia.

Érase una vez una pareja que estaba perpetuamente deprimida porque no podía tener hijos. Visitaron a todos los médicos, maestros espirituales, sanadores y psiquiatras, pero ninguno de ellos pudo ayudarlos. Un día se enteraron de que un yogui muy eminente estaba de visita en su ciudad. Se decía de él que no habí problema que no pudiera resolver. El yogui despuñes de comprobar su nadi (pulso), les dijo: "¡Marcháos! Y olvidaos de tener hijos. Veo que vais a morir dentro de 41 días aunque, tal vez, si visitáis todos los templos de la India peregrinando descalzos. Podríais sobrevivir". La pareja se quedó atónita. Desde aquel momento apenas pudieron comer n dormir; lo único que hicieron fu ir de una ciudad a otra, visitando tantos templos como podían. El pensamiento de no poder tener hijos dejó de molestarles. Pero el día cuarenta y uno no murieron, como el yogui había predicho. Al contrario, descubrieron que pocos días después la mujer se había quedado embarazada, lo cual les hizo preguntarse si había concebido por gracia del yogui o a causa de las peregrinaciones. Volvieron a ver al sabio y éste les dijo: " Vuestro problema no era que no pudieraiis concebir, sino la obesidad. Caminar os hizo perder el peso que os sobraba, y por eso habéis podido engendrar. Mis bendiciones no han tenido nada que ver en ello. Fue mi sadhana la que os dio esta mentira maravillosa que ha cambiado todo vuestro ser.