En tiempos de globalización, la concepción del mundo ha cambiado radicalmente. El mercado invade todas las esferas de nuestra vida, la economía avanza como una apisonadora y la tecnología emprende una loca carrera hacia adelante. Pero de esta globalización neoliberal, que fomenta el consumo exacerbado y potencia las desigualdades con extrema crueldad, ha surgido una fuerza imparable. Los movimientos de la ciudadanía global nacen de la indignación de asistir, impotentes, a los desastres de Ruanda, de Bosnia, de Iraq. Surgen de una dolorosa constatación: que luchar contra la desigualdad constituye un imperativo cuando dos tercios de la humanidad apenas consigue sobrevivir. Heterogéneos, utópicos y responsables, denostados por el sector neoliberal, han decidido poner en marcha una solidaridad activa que responde a una situación de verdadera alarma mundial. Creen que las cosas pueden cambiar y se mueven para conseguirlas. El quinto poder ofrece una excelente síntesis sobre los movimientos críticos con una globalización estrictamente económica. Agil y profusamente argumentado, el libro pretende ser una aportación al movimiento desde el convencimiento de que la opinión pública tiene un poder determinante en ese cambio.
¿Puede soportar el mundo -la paz, la convivencia, nuestros principios morales y éticos- que la mitad de la población viva en la indignidad de la pobreza? ¿Pueden soportar nuestras conciencias 10 millones de muertes infantiles cada año, 1.000 millones de personas pasando hambre, 40 millones de infectados por VIH? ¿Sobrevivirá el Planeta, y nosotros con él, a la sobreexplotación?