Una saga generacional femenina que habla de la capacidad de la mujer para sobrevivir a privaciones de toda índole,adaptarse a situaciones particulares o protagonizar el cambio hacia el pensamiento moderno, en un recorrido quenos permite conocer la evolucion social de China durante todo el siglo XX.Wu Wei, la voz de la novela, es una escritora de renombre que decide escribir su autobiografia. Pero, tras laredaccion de la primera fase, las imagenes se agolpan en su cabeza, la bloquean y pierde la razon.Desde ese momento, destellos en su memoria trazaran de forma inconexa su historia: el recuerdo de su abueladurante los años de hambruna bajo el dominio japones; la lucha de su madre, Ye Lianzi, para sobrevivir trasel abandono de su marido; y el propio empeño de Wu Wei por ser una mujer intelectualmente independiente apesar de su militancia en el Partido.Una historia de personajes que aparecen y desaparecen; hijos, madres, esposas, amantes, que se encuentran y sevuelven a encontrar a lo lago de los cien años en los que el pais pasa de la Edad Media a la ciencia ficcion,despues de la Revolucion CulturalUna narracion intimista y emocionante, apasionante y ligera como comu un poema, que ha sido comparada conDoctor Zhivago y Cien años de soledad.
Wu Wei es una escritora de renombre que decide escribir su autobiografía. Pero, tras la redacción de la primera fase, las imágenes se agolpan en su cabeza, la bloquean y pierde la razón. Desde ese momento, destellos en su memoria trazaran de forma inconexa su historia: el recuerdo de su abuela bajo el dominio japones; la lucha de su madre para sobrevivir tras el abandono de su marido; y el propio empeño de Wu Wei por ser una mujer intelectualmente independiente. Una hisoria de personajes que aparecen y desaparecen; de hijos, madres, esposas y amantes, que se encuentran y se vuelven a encontrar a lo largo de los cien años en los que el pais pasa de la Edad Media a la ciencia ficcion, despues de la Revolucion cultural.
Zeng Ling'er, la protagonista de esta novela, toma un tren que la llevará a la ciudad de E, de donde fue expulsada cuando era estudiante universitaria, acusada por haber escrito un cartel crítico durante la Campaña antiderechista de 1956. Durante el trayecto en tren acuden a su memoria episodios de veinte años de pobreza y vejaciones sufridas en la miserable aldea fronteriza adonde se le condenó al exilio, donde los recuerdos de las arduas labores en el campo y el desprecio de la gente por ser madre soltera se entretejen con la compañía de su pequeño hijo Tao Tao y las complicadas operaciones matemáticas realizadas en la noche.