ESA LUZ QUE NO ME HABITA

Un cadáver en el ascensor, el vértigo de haber rozado a la muerte al hallarlo, una curiosidad morbosa y demasiadas preguntas en la cabeza, incitan al protagonista, Richard Hawks, músico y ciego de nacimiento, a iniciar un juego de averiguaciones acerca de la identidad de la víctima, y el móvil del crimen. Adentrarse en este frívolo pasatiempo junto a Cynthia, periodista de sucesos y compañera de piso, a su pesar, se irá tornando en un camino hacia el descubrimiento de extrañas resonancias con la vida de Richard, al tiempo que destapará secretos insospechados de su entorno más próximo. El curso de esta peculiar investigación lo abocará finalmente a enfrentar las heridas más profundas de su pasado, voluntariamente ignoradas, al que, como en un túnel del tiempo, tendrá que regresar para recobrar la paz. Siguiendo la estructura de un falso thriller, la ceguera, real y metafórica, es punto de partida del viaje emocional del protagonista, que irá alumbrándose hacia una nueva conciencia de estar en el mundo. A tientas, el hambre de contacto que sustenta la vida de Richard, se configura como un grito desesperado que tan solo atisba en momentos de insólita lucidez.