Pasquale nace en Treppo Carnico, un pueblo situado en Friuli, a pocos kilómetros de lo que hoy son las fronteras de Italia con Austria y Eslovenia, a principios del siglo XX. La pobreza en que estaba sumida la región y la dureza de las relaciones familiares en el seno de su familia le empujan a apuntarse al Corpo delle Truppe volontarie, creado por Mussolini para combatir, junto al ejército nacional, en la Guerra Civil española. Como integrante de la Brigada Littorio entra en Santander con las tropas al mando del general Dávila. La amistad con un camisa vieja de la alta burguesía local, al que había salvado la vida en un ataque de la aviación republicana, le permite asentarse en Santander, donde actúa como hombre de paja, primero en el submundo del estraperlo, y después en los negocios inmobiliarios que florecen tras el incendio que asola la ciudad en 1941. Tras la muerte de su primera mujer, Laura, hermana de un camarada amigo de su benefactor y víctima de un episodio oscuro ocurrido durante la guerra, Pasquale se casa con Mercedes, la servicial y devota chica de servicio que había atendido a Laura hasta el último momento.
Mercedes le da dos hijos: Antonio, que sucederá a su padre al frente de un emporio inmobiliario cons-truido gracias a sus relaciones dentro del régimen y a un sentido innato para los negocios, y Manuel, que pronto se manifiesta como un joven de espíritu bohemio, con una marcada inclinación hacia la literatura e incapaz de asumir su presencia en la empresa. Semejantes diferencias en talante, intere-ses y perspectivas conducirá a un enfrentamiento con el padre, que implicará también a su hermano.
Manuel se marchará finalmente de casa tras el primer año de carrera, comenzando un periplo que le llevará a Bilbao, Treppo Carnico, donde conocerá a la familia paterna e iniciará una intensa relación per-sonal con su tío Nicola, y Bruselas. Finalmente, convertido ya en profesor universitario y reconocido articulista y escritor, llegará a Madrid. Tras la marcha de Manuel, Tania, su medio novia de adolescen-cia, se deja cortejar por Antonio. Ambos acabarán casándose. La rivalidad entre los dos hermanos se extrapola al terreno sentimental.
Nicola, emocionado por la aparición de su sobrino, y con un cierto sentimiento de culpabilidad por la manera en que Pasquale abandonó Treppo Carnico, inicia un acercamiento a su hermano, que alcanza-rá igualmente a Manuel.
Pasquale y Manuel terminarán reconociéndose el uno en el otro como protagonistas de dos vidas que se reflejan como imágenes de espejos invertidos. Ambos huyeron de casa por desavenencias en el medio familiar; ambos han mantenido relaciones tensas con un hijo incapaz de aceptarles como refe-rencia paterna; ambos han mantenido un rumbo errático a través del universo femenino, y, por últi-mo, ambos acabaron volviendo a la casa del padre.
La historia se narra en tres niveles temporales: la vida de Pasquale, la vida de Manuel y el viaje que este último, desolado por una desastrosa experiencia con una frívola joven, efectúa a Santander para asistir a la incineración de su hermano, y durante el que pasará revista a la relación envenenada y asfi-xiante que mantuvo con su entorno familiar. Estos tres niveles temporales coinciden en las escenas finales de la novela.
Todo se resuelve en un juego de espejos invertidos, en el que cada personaje principal toma concien-cia de su propia identidad y del alcance de su trayectoria existencial a través de la réplica que le proyec-ta el otro.
Cesare Pavese, su vida y su obra, está muy presente en la novela, a veces como referencia metalitera-ria, como corifeo lejano que da sentido a la historia, sobre todo a partir de la segunda parte.
Al final nos queda la grandeza del reencuentro entre el padre y el hijo, tras c...
