El libro parte de la hipótesis de que la metafísica occidental nace con una sobredosis, identificada por Platón con la idea del Bien en República 509b, a la que sin embargo intenta conjurar por todos los medios. Por el contrario, la apuesta del libro consiste en extremar la sobredosis ontologica y llevar al Ser a un estado de coma. Tal maniobra teorica, cuyo objetivo ultimo es desfundamentar por completo a lo real, conduce a postular un Afuera absoluto del Ser que no se relativice y que, en consecuencia, no haga depender al Ser de esa Exterioridad radical. "La filosofia, en su extenso devenir historico, ha manifestado la voluntad de asociar la metafisica con una actitud contemplativa, con el rigorismo especulativo, con una logica de la asepsia y una geometria de los conceptos delimitados con paciencia en busca de una tranquilidad de espiritu. De hecho, Schopenhauer defendia la idea de que el ser humano es un animal metaphysicum, vale decir, que quiere dotar al mundo de un sentido que, mas alla de sus consecuencias, pueda ser alentador para la vida serena. El filosofo German Prosperi, en este extraordinario libro, se libra a un camino inverso pues postula que la metafisica occidental no nace de la admiracion contemplativa sino de una suerte de sobredosis que implica pensar, por ejemplo, a Platon como adicto al Ser en tanto metanfetamina. Buscar al Bien que se encuentra por encima o mas alla del Ser es una apuesta a favor de una escalada extatica: lo supra-ontologico es, como no se habia advertido hasta ahora, una supra-dosis de Ser que provoca una adiccion irremontable. De hecho, esa dependencia ha sido tan potente como para asegurar que la metafisica atraviese los siglos con sus circulos de adictos a las sobredosis del Ser. Los hay en todas las epocas y, por eso mismo, se requiere una nosografia filosofica del mas alto rigor que refine la pesquisa: desde el propio Platon hasta el neoplatonismo pasando por Dionisio Areopagita, desde Derrida, Levinas, Marion o Blanchot hasta la disyuntologia espectrologica. Con todo, el libro no se conforma con el diagnostico de las adicciones de los filosofos, sino que Prosperi actua cual William Burroughs de la filosofia y la desafia en sus propios terminos. Justamente, el escritor norteamericano señalaba que los yonquis daban prueba, en cierto momento, de una falta de energia que los tornaba incapaces de disfrutar de la vida. El lector encontrara, en este libro, un espiritu contrario donde la vida misma se torna adictiva en cada capitulo que se avanza. Pues Prosperi busca utilizar al extremo, precisamente, su fuente de sobredosis: el Ser mismo para ingresar en el tiempo de la Metanfetafisica General donde la metafisica se sobredosifica para desfundamentar al Ser y hacer entrar al pensamiento, en estado de coma, a su encuentro fobico-fantasmatico con lo Otro" (Fabian Luedueña Romandini).
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