A la espera de Dios es expresión de la actitud atenta y vigilante, pero también del carácter siempre inacabado de una búsqueda exigente de verdad, como la obra y la vida de Simone Weil. Las cartas y ensayos reunidos en este volumen y publicados póstumamente en 1949 fueron escritos entre enero y junio de 1942 y recogen muchas de las claves que marcan la obra de Weil: radicalidad desconcertante, probidad y coherencia intelectuales, amor y profundo conocimiento de los clásicos griegos, identificación con los vencidos, vocación «católica» de simpatía con todos los hombres, experiencia mística...
«El único gran espíritu de nuestro tiempo». Albert Camus «No creo que haya una prosa reflexiva en el francés del siglo XX tan limpia y precisa, tan honda, tan afilada, tan poética como la de Simone Weil». Antonio Muñoz Molina
Ficha técnica
Traductor: María Tabuyo, Agustí López Tobajas
Prologuista: Carlos Ortega Bayón
Editorial: Editorial Trotta, S.A.
ISBN: 9788413642598
Idioma: Castellano
Título original:
Attente de Dieu
Attente de Dieu
Número de páginas: 204
Tiempo de lectura:
4h 48m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 18/11/2024
Año de edición: 2024
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Estructuras y Procesos. Religión
Estructuras y Procesos. Religión
Alto: 23.0 cm
Ancho: 14.5 cm
Grueso: 1.3 cm
Peso: 320.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Simone Weil
Descrita por Albert Camus como «el único gran espíritu de nuestro tiempo», la filósofa, activista y mística francesa Simone Weil (París, 1909), nació en el seno de una familia agnóstica de procedencia judía. Tras estudiar filosofía y literatura clásica, ejerció la docencia en diferentes liceos hasta finales de 1934, cuando abandonó por un tiempo la enseñanza para trabajar en la fábrica deRenault y como obrera agrícola en Marsella. Fue pacifista declarada y sindicalista revolucionaria. Formó parte de la Columna Durruti durante la Guerra Civil Española. A consecuencia de la ocupación alemana, abandona París junto a sus padres y se exilia en Reino Unido. Enferma de tuberculosis, murió en el sanatorio de Ashford, cerca de Londres, en 1943.