Poco podía imaginar nuestro protagonista que, el día que decidió hacer frente a lo que le estaba pasando en el colegio y plantar cara a dos niños que estaban a todas horas metiéndose con él, su vida cambiaría totalmente de rumbo, pasando de ir todos los días con temor y sin ilusión a estar todas las mañanas deseando que llegara la hora de encaminarse a la escuela y encontrarse con Ariadna.