Este es el caso que hoy os presento, la realidad de un municipio próspero y con perspectivas de futuro, lleno de oportunidades gracias a la gran fuente de recursos que posee nuestra localidad, que sin lugar a dudas es y será el néctar del cual beberán las generaciones venideras, fruto del esfuerzo realizado por todas las cartayeras y cartayeros, y del que, como tales, nos debemos sentir orgullosos.