China, un país milenario y rico en culturas y paisajes, se abre al viajero en esta indispensable guía, idónea para disfrutar de todos los contrastes que ofrece el gigante asiático: desde apacibles paisajes rurales hasta congestionados espacios urbanos, y un espléndido entorno natural que va de lo indómito a lo idílico.Cuna de una de las civilizaciones más longevas del mundo, China ofrece un impresionante legado artístico, arquitectónico, lingüístico y gastronómico a lo largo de su vasto territorio, lo suficientemente virgen como para satisfacer el instinto explorador del visitante. Las opciones de viaje son ilimitadas, y se detallan minuciosamente en esta guía. Algunas alternativas abarcan los siempre anhelados vestigios de la China imperial, con sus templos, sus jardines, sus antiguos palacios o la imprescindible Gran Muralla; las llanuras de Mongolia central, donde se aprecian las cuevas y montañas sagradas; las grandes y lujosas metrópolis donde se ha implantado el capitalismo salvaje, como Hong Kong, Cantón, Shanghai y la capital, Beijing; el místico Tibet, con sus tradiciones, los maravillosos palacios y los templos budistas; los espléndidos parques naturales en el Sichuan, entre los que sobresalen el Wolong, el Huanglong y el Jiuzhaigou; el abrupto paisaje que envuelve las Tres Gargantas del Yangzi; o la ruta de la seda, para descubrir sus oasis e innumerables restos budistas.