CRUCES DE ABEDUL

Cuando en junio de 1941 en toda Europa empezó la creación de unidades de voluntarios contra el comunismo, el caso de Bélgica fue singular, ya que en ese país no se inició la constitución de una única legión, sino de dos. En ese estado con apenas 100 años de antigüedad, las dos comunidades lingüísticas existentes (valones francófonos y flamencos neerlandófonos) estaban muy enfrentadas. Debido al apoyo de los ocupantes alemanes a los nacionalistas flamencos en la I Guerra Mundial, esta corriente política se hizo germanófila. Y el profundo catolicismo de esa misma corriente la llevó hacia el más abierto anticomunismo. El anticomunismo, pero también germanofilia, fueron los sentimientos que impulsaron la creación de la Legión de Voluntarios Flamenca, en 1941. Dado el tamaño de la comunidad en la que reclutaba, fue de las más pequeñas de entre las Legiones Europeas. Pero no la menos combativa. Y en el caso de España, conocer su historia tiene un interés especial, ya que los flamencos combatieron -codo con codo- tanto en el Voljov como ante Leningrado junto a los españoles de la División Azul.