Es claro que la biografía de un escritor termina por intervenir en su obra. En el caso de Quiroga, sus aprendizajes en la selva, las muertes truculentas, la tentación del suicidio y el desamparo de la paternidad pasan a sus argumentos. Los cuentos de Quiroga, como dice Neuman en la introducción, nos sugieren que amor y enfermedad, sensatez y demencia, pasión y remordimiento están a un simple paso. Ningún lector atento podrá evitar la sensación de encontrarse ante un narrador formidable y poderoso. Se incluyen en este volumen, además de los tres relatos que suprimió el autor en la última edición, unos interesantes textos en los que Quiroga reflexiona sobre el cuento y lo eleva a la categoría de género específico.Es claro que la biografía de un escritor termina por intervenir en su obra. En el caso de Quiroga, sus aprendizajes en la selva, las muertes truculentas, la tentación del suicidio y el desamparo de la paternidad pasan a sus argumentos. Los cuentos de Quiroga, como dice Neuman en la introducción, nos sugieren que amor y enfermedad, sensatez y demencia, pasión y remordimiento están a un simple paso. Ningún lector atento podrá evitar la sensación de encontrarse ante un narrador formidable y poderoso. Se incluyen en este volumen, además de los tres relatos que suprimió el autor en la última edición, unos interesantes textos en los que Quiroga reflexiona sobre el cuento y lo eleva a la categoría de género específico.
Ficha técnica
Editorial: Menoscuarto
ISBN: 9788493382322
Idioma: Castellano
Número de páginas: 296
Tiempo de lectura:
7h 1m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 06/07/2004
Año de edición: 2004
Plaza de edición: Palencia
Número: 3
Peso: 481.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Horacio Quiroga
Nació en Salto (Uruguay) el 31 de diciembre de 1879, y murió en Buenos Aires el 19 de febrero de 1937. Inició sus actividades de escritor con un libro de versos, Los arrecifes de coral. Es considerado como el maestro del cuento, por la atmósfera de alucinación, crimen, locura y estados delirantes que pueblan sus narraciones. En 1908 publicó su novela Historia de un amor turbio, y al año siguiente se instaló con su joven esposa en una finca precaria en sus tierras misioneras, desempeñando el cargo de Juez de paz y oficial del Registro Civil de San Ignacio.Un doctor le diagnosticó cáncer de estómago. Quiroga no dijo ni una palabra. Salió a dar una vuelta por la ciudad y esa misma medianoche se suicidó con cianuro.