Entre lo onirico, lo fantastico y lo siniestro, los cuentos de Adela Fernandez oscilan dando voz a fantasmas, a seres que se metamorfosean o se duplican, a personajes rechazados, sometidos o maniaticos. En Cuentos reunidos, volumen conformado por los libros Duermevelas (1986) y Vago espinazo de la noche (1996) y prologado por Jazmin G. Tapia Vazquez, los limites de la realidad, la exploracion de la muerte y la crueldad humanas, la magia, la creencia y la supersticion acentuan el paradojico juego de encubrimiento que la autora otorga a la falta de comunicacion, la soledad, el abandono y el desamor que surgen de manera destructiva donde lo familiar se enturbia y llega a finales tragicos.