Tras una carrera de cincuenta años, Marcada por constantes metamorfosis y por el ansia de viajar y adelantarse a su tiempo, Bowie se convirtió en uno de los artistas más influyentes y revolucionarios de la música del siglo XX. Un genio mutante con múltiples personalidades: el mod de los inicios derivó en trovador de folk psicodelico, para dar paso a personajes como el extraterrestre glam Ziggy Stardust, el icónico Aladdin Sane, cuyo rayo azul y rojo cubriendole un ojo se ha convertido en referente de la cultura pop, el tóxico duque blanco y el heroe posindustrial. Su muerte en 2016 no fue muy distinta de su vida: la convirtió en una obra de arte con el espectacular lanzamiento de Blackstar, que dejó al mundo sin aliento. Hoy, al escuchar su música, no nos queda más que cerrar los ojos y seguir viviendo suspendidos, para siempre, en su polvo de estrellas.