Desde la dinámica ciudad nerviosa de Barcelona nos llegan las crónicas periodísticas de Enrique Vila-Matas, maestro en un género que combina la paradoja con la ironía y cargado siempre de un personal sentido de la cultura. Este apartado, que compone la primera de las cuatro secciones de este volumen, puede leerse como un libro de relatos ya que cada una de las crónicas tiene entidad de historia.
Ficha técnica
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420401065
Idioma: Castellano
Número de páginas: 296
Tiempo de lectura:
7h 1m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 23/02/2004
Año de edición: 2004
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Alfaguara Hispanica
Alfaguara Hispanica
Ancho: 13.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Enrique Vila-Matas
Nació en Barcelona en 1948. De su obra narrativa destacan Historia abreviada de la literatura portátil, Suicidios ejemplares, Hijos sin hijos, Bartleby y compañía, El mal de Montano, Doctor Pasavento, París no se acaba nunca, Exploradores del abismo, Dietario voluble, Dublinesca, Chet Baker piensa en su arte, Aire de Dylan, Kassel no invita a la lógica, Marienbad eléctrico, Mac y su contratiempo, Esta bruma insensata, Montevideo, Ocho entrevistas inventadas y Canon de cámara oscura. Entre sus libros de ensayos literarios encontramos Desde la ciudad nerviosa, El viento ligero en Parma, Una vida absolutamente maravillosa, Perder teorías, El viajero más lento e Impón tu suerte. Traducido a treinta y siete idiomas, ha recibido, entre otros, el Premio FIL, el Formentor de las Letras, el Rómulo Gallegos, el Médicis Étranger, el Nacional de Cultura de Cataluña, el Ciutat de Barcelona, el Herralde de Novela, el Fundación Lara, el Leteo, el de la Real Academia Española, el del Círculo de Críticos de Chile, el Meilleur Livre Étranger, el Fernando Aguirre-Libralire, el Jean Carrière, el Ennio Flaiano, el Elsa Morante, el Mondello, el Bottari Lattes Grinzane y el Gregor von Rezzori. Es Chevalier de la Legión de Honor francesa y ha sido condecorado con la Ordre des Arts et des Lettres. Pertenece a la convulsa Orden de Caballeros del Finnegans y es destacado miembro de la Sociedad de Refractarios a la Imbecilidad General (con sede en Nantes).