Tras ejercer como profesor de filosofía en la universidad de Jena, Fichte tuvo que abandonar su cátedra en 1799 a causa de las acusaciones de ateísmo (panteísmo o spinozismo) vertidas contra su filosofía. Un año después, ya en Berlín, publica El destino del hombre, con el fin de hacer llegar sus ideas a cualquiera que «sencillamente sea capaz de comprender un libro». El resultado final supera, sin embargo, estas humildes expectativas, ya que el lector asiste sorprendido a un genial y riguroso ejercicio de filosofía primera. En dicho ensayo, Fichte aborda alguna de las cuestiones que se habían planteado en la triste disputa de Jena sobre «el ateísmo», pero también se ocupa de la difícil fundamentación del yo a partir de la acción. La obra reviste, por otra parte, un interés historiográfico, ya que ayuda a entender la evolución del idealismo alemán. No obstante, su mayor logro consiste en plantear con gran libertad literaria cuestiones que siguen siendo centrales para la filosofía actual: la conciencia inmediata, la intuición, la intersubjetividad o la existencia misma de una conciencia moral.
Ficha técnica
Traductor: Juan Ramón Gallo Reyzábal
Editorial: Ediciones Sígueme, S. A.
ISBN: 9788430117611
Idioma: Castellano
Título original:
Die bestimmung des menschen
Die bestimmung des menschen
Número de páginas: 206
Tiempo de lectura:
4h 51m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 02/02/2011
Año de edición: 2011
Plaza de edición: Salamanca
Colección:
Hermeneia
Hermeneia
Número: 90
Alto: 21.0 cm
Ancho: 13.5 cm
Peso: 270.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Johann Gottlieb Fichte
Johann Gottlieb Fichte nació en Rammenau en 1762. Estudió Teología y Filosofía en las Universidades de Jena, Wittenberg y Leipzig. Fichte constituye una pieza clave en el desarrollo del Idealismo alemán. El estudio de la obra de Kant abrió nuevos caminos a sus especulaciones filosóficas. Había sido precisamente a Kant a quien habia enviado el manuscrito de Crítica de toda revelación, que supondría el comienzo de su éxito y fama. Desde 1794 a 1799 ocupó la cátedra de Filosofía de la Univerisdad de Jena. En esos años comenzó a sistematizar su Doctrina de la ciencia, que luego sometería a reelaboraciones sucesivas. Acusado de ateísmo, se vio obligado a abandonar la ciudad y establecerse en Berlín. Tras breves estancias en Erlangen, Königsberg y Copenhague, volvió definitivamente a Berlín, de cuya Universidad fue el primer rector elegidompor votación. En esta misma colección " Clásicos del Pensamiento " están publicadas sus obras Reivindicación de la libertad de pensamiento y otros escritos políticos e Introducciones a la doctrina de la ciencia.