DOCTOR SUEÑO

Isabel Mª

07/04/2023

Tapa dura

Cómo consigue el autor conciliar los sentimientos y los actos de personas normales, con hechos extraordinarios surgidos de su excéntrica mente, para mi es una incógnita, pero el caso es que lo hace. Es ficción, es fantasía, pero en un marco humano tan real que te capta desde el principio. Puro Stephen y, por tanto, buena lectura.

Vanesa

22/01/2021

Tapa dura

Regalo para mi. Padre todo un acierto

lector anónimo

31/01/2020

Tapa dura

UN CUMPLEAÑOS INOLVIDABLE Carmen estaba eufórica. ¡No todos los días se cumplían dieciocho años! Y esa noche lo iba a celebrar con sus amigos. Al mediodía ya había comido con sus padres, hermanas y abuelos en un restaurante italiano al que solía ir toda la familia para las grandes ocasiones. En el restaurante Flabio eran muy conocidos y siempre tenían algún detalle, los postres gratis o algún digestivo. Lo había pasado bien pero lo de la noche era otra cosa. Esa noche saldría sin horario, sin saber dónde sería la fiesta. Lucía, Susana y Mónica, sus mejores amigas, le habían preparado la fiesta en un sitio secreto. Ella solamente sabía que tenía que ponerse elegante, del resto se encargaban ellas. Carmen estrenó para la ocasión un vestido verde, estrecho con palabra de honor y falda hasta un poco más arriba de las rodillas. Era de un verde esmeralda precioso, a juego con sus ojos. Carmen tenía el pelo castaño claro, cortado en una melena que le llegaba a los hombros. Para la ocasión se lo recogió en un moño alto. A las ocho y media se oyó un claxon tocando en la puerta. Lucía traía su coche, un Mini Countryman que le habían regalado sus padres para ir a la facultad. Detrás iban Susana y Mónica felices, agitando los brazos para que Carmen subiera al coche cuanto antes. Carmen se despidió de su familia y salió sonriendo. Cuando se montó en el coche Mónica, desde atrás, le puso un lazo en los ojos y se lo ató. —El sitio tiene que ser sorpresa hasta el final —le dijo mientras le hacía una moña suave para no quitarle el maquillaje. A los quince minutos, después unas cuantas rotondas y varios giros Lucía aparcó. Mónica y Susana sacaron a Carmen del coche para que no tropezara. La llevaron al jardín del “Percusión”, una terraza de verano que se encontraba en el pueblo de al lado, un sitio al que a Carmen le encantaba ir. Al quitarle el lazo se encontró con su terraza de verano favorita, en ella estaban sus amigos de siempre, el chico que le gustaba y también gente que no conocía. Se quedó sin palabras. Al unísono corearon “feliz cumpleaños” y la música empezó a sonar. Habían guirnaldas, luces de colores, unas originales mesas hechas de troncos de árbol llenas de deliciosos canapés y camareros paseando con copas en bandejas. Carmen parecía soñar despierta. Julián, el chico que le gustaba, se le acercó, la besó en la mejilla y le deseó un feliz cumpleaños en el oído que la hizo flotar, se sonrojó y buscó una copa de la bandeja más cercana. Sus amigas se dispersaron. Ella se pasó prácticamente toda la noche bailando y hablando con Julián. Mónica y Susana, que ya tenían novio, estuvieron un rato perdidas y luego volvieron un poco despeinadas. Lucía también se perdió aunque no tenía novio. La echaron de menos cuando acabó la fiesta. Y la encontraron en el lago artificial. Flotaba bocarriba degollada.

CARLOS MOYA CAMACHO

03/02/2015

Tapa dura

Buena continuación de El resplandor. Engancha y es muy ameno de leer, sin duda no defrauda a los lectores habituales de King. Recomendable, en este caso se recrea mas en el retrato de personajes, el principal y los secundarios que en el terror o lo sobrenatural.