Unas peculiares memorias que pasan revista a una época sombría: la educación en la escuela nacional católica durante la posguerra española. Con gracia, humor e ironía, el autor evoca el colegio, la radio local, los tebeos, el cine de los jueves, Franco inaugurando pantanos... Una etapa triste y gris de la que deberíamos librarnos con lo más sano del ser humano: la risa.