«Cuadro sombrío, El malestar en la cultura tiene el color de su tiempo; el odio, la agresión y el autoaniquilamiento marcan su tónica psicoanalítica. Siniestro presagio, Freud entrega su manuscrito al editor en noviembre de 1929, justo una semana después del martes negro de Wall Street (29 de octubre). Las últimas palabras de la primera edición testimoniaban, no obstante, una vaga esperanza en los esfuerzos del Eros eterno, el gran agrupador. Un año más tarde, en la segunda edición los 12.000 ejemplares de la primera se vendieron con rapidez e hicieron de Freud un hombre célebre, la última frase agregada ensombrece la perspectiva: entre los dos adversarios, Eros y la pulsión de muerte, ¿quién puede prever el desenlace?». (J. A.)
Ficha técnica
Editorial: Amorrortu
ISBN: 9789505188765
Idioma: Castellano
Número de páginas: 160
Tiempo de lectura:
3h 44m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 22/02/2016
Año de edición: 2016
Plaza de edición: España
Alto: 2.0 cm
Ancho: 1.1 cm
Grueso: 0.1 cm
Peso: 175.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Sigmund Freud
Sigmund Freud (6 de mayo de 1856, en Příbor, Moravia, Imperio austriaco (actualmente República checa)-23 de septiembre de 1939, en Londres) fue un médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX. A principios del siglo (1900), publicó La interpretación de los sueños, extensísimo libro donde Freud desarrollaba una tesis fundamental: los sueños no sólo son un producto psíquico desechable, como se creía hasta el momento, sino que representan un trabajo psíquico normal lleno de sentido. Sus grandes contribuciones al diagnóstico del estado de nuestra cultura son: El porvenir de una ilusión (1927), El malestar en la cultura (1930), Moisés y la religión monoteísta (1939). Ya con anterioridad, a través de obras entre las que destaca Tótem y tabú (1913), inspirada en el evolucionismo biológico de Darwin y el evolucionismo social de Frazer, había dado testimonio de hasta qué punto consideró que la importancia primordial del psicoanálisis, más allá de una eficacia terapéutica que siempre juzgó restringida, residía en su condición de instrumento para investigar los factores determinantes en el pensamiento y el comportamiento de los hombres.