Un aspecto esencial de los trabajos de Otl Aicher es su radicación en una ‘filosofía del hacer’, inspirada en pensadores como Ockham, Kant o Wittgenstein, cuyo tema son los supuestos y las finalidades -así como los objetos y las exigencias- de la creación de formas. Los textos de Aicher sobre cuestiones relativas al diseño (que cubren todos los dominios del diseño visual, incluido el de la arquitectura), aparecen aquí recogidos en un solo volumen por vez primera. Son exploraciones de un ‘mundo como proyecto’ y pertenecen sustancialmente a su trabajo. En su recorrido por la historia del pensamiento y de la creación de formas, del componer y del construir, se cerciora de las posibilidades de organizar la existencia de un modo humano y se interroga sobre los supuestos desde los que la cultura de la civilización es realizable. Tales supuestos deben someterse a discusión frente a las tensiones aparentes y las alternativas puramente intelectuales. Este libro contiene, junto a argumentaciones fundadas en la práctica y excursos históricos acerca del diseño y la arquitectura, razonamientos polémicos en torno a temas políticos y culturales. Con fértil obstinación, Aicher aboga sobre todo por la renovación de la modernidad, que parece haberse diluido en visiones estéticas, pues todavía sigue siendo más importante el ''domingo de la cultura'' que el discurrir cotidiano de los días.
Ficha técnica
Editorial: Editorial Gg
ISBN: 9788425220289
Idioma: Castellano
Número de páginas: 184
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 18/11/1994
Año de edición: 1994
Plaza de edición: Barcelona
Peso: 370.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por OTL AICHER
Otl Aicher (1922-1991) es uno de los diseñadores más relevantes de los últimos tiempos. Junto con Inge Scholl y Max Bill fundó en 1951 la Escuela Superior de Diseño de Ulm. Entre sus grandes proyectos destaca el del sistema de comunicación de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, con su extraordinario diseño de pictogramas. La combinación entre rigor y libertad, junto a un desarrollo intelectual alentado por el tejido de relaciones que desde la escuela de Ulm estableció con intelectuales como Josef Albers o Alexander Kluge, le convierten en un diseñador excepcional.