Aunque los escépticos afirman que El Necronomicón es un tomo fantástico creado por H.P. Lovecraft, los auténticos investigadores de los misterios esotéricos del mundo saben la verdad: El Necronomicón es un volumen blasfemo de conocimiento prohibido escrito por el árabe loco, Abdul Alhazred. Incluso hoy, a pesar de las tentativas por destruir todas las copias en cualquier idioma a lo largo de los siglos, aún existen algunos ejemplares, escondidos.Dentro de este libro encontrarás historias, ensayos, y diferentes versiones acerca del libro blasfemo. Ahora tú también puedes aprender el verdadero saber de Abdul Alhazred y conocer, de primera mano, el ignoto poder que se encuentra tras sus páginas.Dejando a un lado el libro, comenzó a pasearse con inquietud por la habitación; mientras lo hacía, advirtió sobre la mesa un volumen avejentado de grandes dimensiones. Un pesado pisapapeles mantenía abiertas sus páginas amarillentas; cuando, por curiosidad, echó una ojeada a su título, Hamilton se sorprendió un poco al ver que era el misterioso Necronomicón del que el viejo Eric Scott había hablado de manera tan vacilante. Con su curiosidad azuzada, Hamilton examinó el libro más de cerca. Ciertos nombres que entrevió, como Taaran, Dios del Mal y Nyarlathotep, el Caos Reptante, eran vagamente inquietantes. — Richard L. Tierney, El Que Aúlla en la Oscuridad”
Ficha técnica
Traductor: Oscar Diaz Garcia
Editorial: La Factoria de Ideas
ISBN: 9788484215073
Idioma: Castellano
Número de páginas: 336
Tiempo de lectura:
7h 59m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 24/04/2002
Año de edición: 2002
Plaza de edición: Arganda del Rey
Colección:
Eclipse
Eclipse
Alto: 23.0 cm
Ancho: 16.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por H.P. Lovecraft y ROBERT M. PRICE
Nació en 1890 en Providence, Rhode Island. Hijo único, su padre murió cuando tenía ocho años, por lo que su educación recayó principalmente en su madre y su abuelo materno. Debido a su delicada salud, fue poco a la escuela y se convirtió en un joven solitario dedicado a la lectura, a la astronomía y a escribir. Trabajó ocasionalmente escribiendo cuentos para periódicos y revistas, y se relacionó, principalmente por carta, con un grupo amplio de escritores de la época. Se casó en 1924, pero su matrimonio duró apenas dos años. Su situación económica fue cada vez más precaria. Murió en 1937 sin que su obra tuviera gran repercusión. Sus relatos y novelas adquirieron la relevancia que tienen hoy en día años después de su muerte. Se le considera un gran impulsor del cuento de terror.