“Como el conjunto de la obra de este autor, sus textos no buscan sólo la distracción, el solaz […] Su principal propósito no puede ser otro que facilitar una vía, la literatura, a través de la cual hacer que el lector se impregne de los males que han acompañado y acompañan a los africanos, con la intención no de provocar el llanto estéril, sino la acción”. Inmaculada Díaz Narbona (de la Presentación)