"Wilkie Collins es el maestro de la trama, la zozobra y los desenlaces imprevistos."J. L. BORGESDos hombres perdidos en las inmensidades heladas del Ártico. Uno de ellos, Richard Wardour, ha llevado a su joven compañero Frank Aldersley, a quien odia en secreto, a esta atroz situación por un deseo ardiente de venganza. En Inglaterra, una hermosa muchacha, conocedora del secreto de Richard, espera, abatida, noticias de su amado Frank. El desenlace de este planteamiento no llegará al lector, absorto en el suspense de la acción, hasta las páginas finales.En 1856, un joven Wilkie Collins y un maduro Charles Dickens escribieron conjuntamente una primera versión de esta obra en forma de pieza teatral, estrenada en 1857, en la que ambos participaron como actores en los papeles de dos hombres perdidos. La obra entusiasmó al público y se representó en diversas ciudades de Inglaterra. Muchos años más tarde, en 1874, Collins la convirtió en novela, aunque se trasluce en ella una cierta estructura teatral.
Ficha técnica
Editorial: Navona Editorial
ISBN: 9788416259472
Idioma: Castellano
Número de páginas: 224
Tiempo de lectura:
5h 17m
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 15/06/2016
Año de edición: 2016
Plaza de edición: Barcelona
Colección:
Impactos
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Alto: 16.5 cm
Ancho: 12.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Wilkie Collins
(8 de enero de 1824, Londres - 23 de septiembre de 1889, Londres) William Wilkie Collins fue un novelista, dramaturgo y ensayista inglés, iniciador de la novela de detectives. La primera obra de Collins fue una biografía de su padre, el pintor William Collins, un año después de su muerte, en 1848. A partir de ahí empezó a escribir ficción, y en 1851 conoció a Charles Dickens, con el que entabló una gran amistad que duró hasta la muerte de este último, basada en la mutua admiración y la colaboración.
Las personas que estudiaron las vidas de ambos personajes coinciden en que ambos genios se influyeron mutuamente: Collins desarrolló su sentido del humor y afiló su talento para la caracterización de personajes; mientras que Dickens construyó tramas más sólidas y con mayor suspense.
Dicha habilidad para el suspense y para la creación de atmósferas de misterio destaca en las obras maestras de Collins: La mujer de blanco, Sin nombre y La piedra lunar. En ellas, Collins estableció las bases de la novela detectivesca, de la que luego bebieron infinidad de autores, entre ellos Agatha Christie y Arthur Conan Doyle.