En este libro se reúnen los fragmentos que Pessoa dedicó al genio, la locura, la degeneración y la psicopatología. «El genio es la mayor maldición con la cual Dios puede bendecir a un hombre», afirmó. El problema de las relaciones entre el genio y la locura fue para Pessoa una preocupación a lo largo de toda su vida. En el fondo pessoano de la Biblioteca Nacional de Lisboa han aparecido recientemente numerosos textos, en gran parte inéditos, así como proyectos de diverso tono sobre esta cuestión, que hoy se nos revelan como importantísimos, en especial por su carácter especulativo en el terreno estético, pero también por lo que nos muestran sobre la construcción de la personalidad artística del poeta. Jerónimo Pizarro los ha reunido y organizado en un volumen que pretende responder a la pregunta «¿depende el genio de la locura?».
Ficha técnica
Traductor: Jerónimo Pizarro Jaramillo
Editorial: Acantilado
ISBN: 9788415689607
Idioma: Castellano
Número de páginas: 400
Tiempo de lectura:
9h 32m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 12/05/2013
Año de edición: 2013
Plaza de edición: Es
Colección:
Acantilado
Acantilado
Número: 276
Alto: 21.0 cm
Ancho: 13.1 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Fernando Pessoa
Fernando Pessoa (Lisboa, Portugal, 1888-1935), escritor, crítico, dramaturgo, ensayista, traductor, editor y filósofo, fue una de las figuras literarias más importantes y complejas del siglo xx y uno de los grandes poetas en lengua portuguesa. Director y colaborador de varias revistas literarias, se ganó la vida como redactor de correspondencia extranjera para empresas comerciales, traductor y vendedor de horóscopos. Escribió en inglés (vivió en Suráfrica en sus años mozos) una parte de su obra, que se desplaza magistralmente de la vanguardia al clasicismo. Desdeñoso de la fama, propuso siempre lo que él llamó una “estética de la abdicación”, en la que incluía no sólo “la posibilidad de bienestar material” sino todo el sistema de relaciones humanas, desde el amor a la amistad, convencido de que el hecho divino de existir no debe asimilarse al hecho satánico de coexistir.