Cuenta Mesonero Romanos que Larra se distinguía “por su innata mordacidad”. Un personaje de Galdós amonestaba: “Cuidadito con Larra, que tiene más talento que pesa; pero es mordaz y malicioso”. No exenta de burla, la revista El Jorobado lo definía como “el temido y el elogiado Juvenal español”. Al margen de hipérboles y sarcasmos, lo cierto es que con 19 años se escribía él solo un periódico, y a los 25 destilaba rasgos de genio que otros no alcanzan en una vida. Unamuno, que sentía por Larra escasa simpatía, hablaba de su “oficio de escritor”, del profesional de la literatura. Larra advirtió que “la literatura no puede ser nunca sino la expresión de la época”. Y del mismo modo que a Galdós la sociedad le sirvió como “materia novelable”, Larra la utilizó como “materia censurable”. “Confieso que vivo todo de admiración”, afirmaba corrosivo.
Ficha técnica
Editorial: Catedra
ISBN: 9788437626192
Idioma: Castellano
Fecha de lanzamiento: 28/10/2009
Año de edición: 2009
Plaza de edición: Madrid
Alto: 23.0 cm
Ancho: 16.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Mariano Jose de Larra
Nació el 24 de marzo de 1809 en Madrid. Asistió a un colegio de jesuitas, que abandonó para completar sus estudios en Valencia y Valladolid. Al finalizar, trabajó en dos periódicos de su propiedad, El duende satírico del día (1828) y El pobrecito hablador (1832-1833), algún tiempo después colaboró como crítico de teatro con el diario nacional La revista española, donde utilizaba el seudónimo de Fígaro. Recibió una gran influencia del neoclasicismo francés, que aparecía en contraposición con su vida, ya que se convirtió en un símbolo de la confusión romántica. Se suicidó el 13 de febrero de 1837.