FIDELIDAD

Fidelidad es considerada como «un clásico que debería figurar junto a las obras de otras autoras norteamericanas como Edith Wharton y Willa Cather». La historia, que transcurre en una pequeña ciudad del medio oeste norteamericano llamada Freeport (Iowa), un entorno idílico de calles arboladas con casas blancas de madera en medio de grandes jardines, gira en torno a un escándalo amoroso en el seno de la alta sociedad de esta ciudad: Ruth Holland, una jovencita de buena familia, hija pequeña del banquero local, desafía todas las convenciones y mandatos sociales de la clase a la que pertenece al enamorarse de un hombre mayor que ella, casado con una mujer rica, y fugarse con él a Colorado para iniciar una vida en común. Cuando el grave estado de salud de su padre la obliga a regresar a Freeport once años después, Ruth debe enfrentarse al reencuentro con todo aquello a lo que hubo de renunciar en nombre del amor y a las graves consecuencias de su pasada decisión: la desintegración de su familia y el rechazo de la sociedad decente. La novela se estructura en torno a momentos de suspense y revelación, y se mueve entre acontecimientos pasados y presentes, así como entre la historia principal y varias tramas secundarias entrelazadas. Según Barbara Ozieblo Rajkowska, biógrafa de Susan Glaspell, «en Fidelidad se exponen las cuestiones morales desde múltiples perspectivas, no sólo como un enfrentamiento entre el bien y el mal. En sus páginas se critica lo que Glaspell veía como una sociedad acomodada que prioriza el matrimonio como objetivo final, se propone la imposibilidad de esperar que el amor romántico colme la existencia de todo el mundo y se deconstruyen los mitos románticos del amor y el matrimonio». El tema principal es la fidelidad a ultranza a los sentimientos —filiales, románticos, de amistad—, aunque ésta suponga enormes sacrificios personales.