Siglo XXI. Nuestra civilización ha llegado a su
apogeo. Internet, coches eléctricos, robots, ingeniería
genética, teléfonos inteligentes Nada parece
tener límites. Sin embargo, una sombra se
cierne sobre el futuro, la peor amenaza a la que
nuestro mundo se ha enfrentado nunca, una plaga
llamada seres humanos.
Nuestro crecimiento demográfico está fuera de
control. Nuestro modelo de desarrollo tiene que
cubrir las necesidades de más de siete mil millones
de personas, que exigimos cada vez más energía,
más comida, más tierras, más agua. Hemos vivido
bajo el mantra de que nuestra civilización podría
crecer infinitamente, pero nuestra soberbia no nos
ha permitido ver algo evidente: nuestro planeta no
es infinito, y sus recursos naturales tampoco. Ahora
esos recursos ya han comenzado a agotarse, y nos
enfrentamos a una crisis que está llevando a nuestro
mundo al colapso.
La pregunta es: ¿estamos a tiempo de evitarlo?