(Bilbao, 1961) Dignifica la actitud de la escritora radical que, desde la vocación continua y continuada, se dedica intensamente a la escritura. Sin presencia pública, con dedicación a la creación poética, convirtiendo la palabra personal en la exploración de un mundo estético propio. Por todo ello, en una vida retirada con mínima proyección pública, la biografía de Amaia Iturbide no puede separarse de la evolución de su escritura, de la práctica diaria con la expresión poética de su sensibilidad.