GERMEN DE DIOS, SEMILLA DEL DIABLO (FINALISTA PREMIO AZORIN DE NO VELA 1996)

Germen de Dios, semilla del diablo, es una obra intensa, emocionante, sensible y magnífica que cautivará al lector desde sus primeras páginas, conduciéndole a través de una aventura entrañable al centro mismo del ser humano, de esa criatura en la que Dios y su diablo pusieron cuanto le conforma: amor y odio, lealtad y traición, fe y desesperanza, heroísmo y cobardía y, sobre todo demás, instinto y razón.El escenario, es una de las etapas más convulsas de nuestra Historia reciente, desde la Dictadura de Primo de Rivera hasta ese 6 de agosto del 45 en que los EE.UU. de Norteamérica nos impusieron el imborrable baldón y la insoportable vergüenza de pertenecer al género humano. Marco éste que ni pintiparado para que el hombre muestre lo mejor y lo peor de cuanto hay en él: su condición de ser portador del germen de Dios o de la semilla de su diablo.Los personajes, son hombres y mujeres de dos sociedades que conviven ignorándose: la rural y la urbana, la burguesa y la proletaria y, cómo no, la instruida y la iletrada. Y en el centro de ella, como un espejo en el que nos miramos: los Montoro. Ellos son nuestra suma o nuestra resta, y es a su través como podemos hurgar con el dedo, levantando las costras de la apariencia bajo las que falsariamente ocultamos nuestra verdadera naturaleza.El argumento, acontecimientos que se suceden trepidantemente, hechos que arrastran, dejándonos inermes ante nosotros mismos o conduciéndonos sin consentimiento por los prados del amor o los quebrachos del odio. Y en lo más alto de él, los niños. Esa cumbre a la que miramos futurariamente, ignorando a veces que ellos son nuestro legado y nuestro balance.