El cambio de paradigma que ha planteado la nueva filosofía de la ciencia ha servido para recuperar las principales ideas científicas de J. W. von Goethe (1749-1832), desterrando la vieja opinión mantenida durante casi dos siglos, según la cual Goethe había sido un diletante con una inadecuada concepción científica. Recientes estudios han demostrado que sus investigaciones sobre el color, la metamorfosis de las plantas, la geología y la meteorología habían sido hechas por un competente observador de los fenómenos naturales que creía que el ser humano era el más exacto instrumento para observar la naturaleza. Goethe comprendió perfectamente el papel que tenían el experimento y la teoría, siendo consciente de los peligros reduccionistas que traía consigo adoptar una actitud acrítica frente a los métodos científicos. Durante años, Goethe investigó las diferentes teorías del color hasta descubrir que «la historia de la ciencia es la ciencia misma», que la ciencia está formada y deformada por teorías parciales que jamás podrán contemplar el fenómeno en toda su interdimensionalidad. Por otro lado, su acercamiento panteísta al mundo natural le hace tomar, en cierta manera, una posición moral con respecto a la naturaleza, anticipándose así al ecologismo. Su aproximación a la naturaleza depende tanto del desarrollo de la conciencia de ésta como de la intensificación de la experiencia misma, mostrándonos así un camino en el que la curación de la Naturaleza y el hombre está implícita. Por eso este libro está abierto a cualquiera que trate de profundizar en su relación con la naturaleza.
Ficha técnica
Traductor: Carlos Fortea, Esther de Arpe
Prologuista: Esther Arpe
Editorial: Siruela
ISBN: 9788478445912
Idioma: Castellano
Número de páginas: 248
Tiempo de lectura:
5h 52m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 25/02/2002
Año de edición: 2002
Plaza de edición: Madrid
Número: 13
Peso: 170.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Johann Wolfgang von Goethe
(Frankfurt, 1749-1832). Goethe nació en el seno de una familia burguesa donde su padre se ocupó personalmente de su educación. Un viaje de estudios a Estrasburgo en el que conoció a Herder y donde frecuentó círculos cercanos al romanticismo, cambió su orientación poética. Años más tarde, Goethe comenzó una brillante carrera política que alternó con su producción literaria. Representante máximo de la corriente romanticista, los últimos años de su vida los dedicó por entero a la escritura de una autobiografía, en la que el clasicismo se convirtió en el estilo dominante.