El mundo no asiste a una simple crisis, sino una auténtica mutación. Con la llegada del ordenador, la información es el principal motor del desarrollo y está dando lugar a un nuevo tipo de economía que modifica nuestras relaciones con el tiempo, el espacio, la sociedad... Al tiempo, los gobernantes se guían por un único principio: la subordinación a las leyes del mercado y la obtención de rentabilidad a cualquier precio, lo que está originando unos efectos terribles que pueden llegar a ser irreparables: aumento de las desigualdades, precariedad en el trabajo, empobrecimiento, marginación, degradación de la naturaleza...