Amigo y colaborador de Dickens, Wilkie Collins (1824-1889) alcanzó gran fama por sus novelas, con las que contribuyó a la creación del género detectivesco y logró altísimas cotas de calidad en la urdimbre de las tramas novelescas. En "La mujer de blanco" (novela cargada de misterio, reflejo de los claroscuros de la era victoriana y de lectura compulsiva) se teje una intriga irresistible que irán relatando varios de sus protagonistas, entre los que destacan la enérgica y perspicaz Marian Halcombe y el extravagante y muy maquiavélico conde Fosco. Otras obras de Wilkie Collins en Alianza Editorial: "La Piedra Lunar".Amigo y colaborador de Dickens, Wilkie Collins (1824-1889) alcanzó gran fama por sus novelas, con las que contribuyó a la creación del género detectivesco y logró altísimas cotas de calidad en la urdimbre de las tramas novelescas. En "La mujer de blanco" (novela cargada de misterio, reflejo de los claroscuros de la era victoriana y de lectura compulsiva) se teje una intriga irresistible que irán relatando varios de sus protagonistas, entre los que destacan la enérgica y perspicaz Marian Halcombe y el extravagante y muy maquiavélico conde Fosco. Otras obras de Wilkie Collins en Alianza Editorial: "La Piedra Lunar".
Ficha técnica
Traductor: Miguel Ángel Pérez Pérez
Editorial: Alianza Editorial
ISBN: 9788491819554
Idioma: Castellano
Número de páginas: 896
Tiempo de lectura:
21h 31m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 02/07/2020
Año de edición: 2020
Plaza de edición: Es
Colección:
El libro de bolsillo - Literatura
El libro de bolsillo - Literatura
Número: 5245
Alto: 18.0 cm
Ancho: 11.5 cm
Grueso: 4.5 cm
Peso: 693.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Wilkie Collins
(8 de enero de 1824, Londres - 23 de septiembre de 1889, Londres) William Wilkie Collins fue un novelista, dramaturgo y ensayista inglés, iniciador de la novela de detectives. La primera obra de Collins fue una biografía de su padre, el pintor William Collins, un año después de su muerte, en 1848. A partir de ahí empezó a escribir ficción, y en 1851 conoció a Charles Dickens, con el que entabló una gran amistad que duró hasta la muerte de este último, basada en la mutua admiración y la colaboración.
Las personas que estudiaron las vidas de ambos personajes coinciden en que ambos genios se influyeron mutuamente: Collins desarrolló su sentido del humor y afiló su talento para la caracterización de personajes; mientras que Dickens construyó tramas más sólidas y con mayor suspense.
Dicha habilidad para el suspense y para la creación de atmósferas de misterio destaca en las obras maestras de Collins: La mujer de blanco, Sin nombre y La piedra lunar. En ellas, Collins estableció las bases de la novela detectivesca, de la que luego bebieron infinidad de autores, entre ellos Agatha Christie y Arthur Conan Doyle.