La siempre evocadora historia de la Ruta de la Seda comienza en un remoto pasado y se prolonga durante siglos
hasta el presente, donde tiene más fuerza que nunca. Hoy ese camino comienza a unir a países que aspiran a jugar un
papel preponderante en el escenario mundial. Es difícil predecir cómo todo esto transformará Oriente y Occidente.
Un camino, o más bien una red de caminos, un haz de rutas terrestres y marítimas por las que se han movido a lo
largo de los siglos hombres, bienes y conocimientos desde el extremo oriental de Asia hasta el Mediterráneo y
Europa. Romántica y reciente, la expresión "ruta de la seda" restituye el sentido de un vasto mundo, atravesado desde
la Antigüedad por guerras y conflictos, pero también animado por el fervor de los intercambios comerciales,
culturales y políticos. Especias, animales, cerámica, cobalto, papel y, por supuesto, la seda atravesaron las montañas y
mesetas de este camino. Alejandría, Changan, Samarcanda, Bukhara, Bagdad, Estambul: son algunas de las etapas de
un viaje milenario que llega hasta nuestro presente.
Una obra que contempla siglos de relaciones comerciales y culturales comenzando con los primeros pueblos
nómadas que se asientan en territorios sin límites, los albores del Imperio chino, la revolución global por los grandes
descubrimientos geográficos, el colonialismo en Asia hasta centrarse en las actuales estrategias comerciales de China
para redefinir la antigua Ruta de la Seda.
«No de raíces, sino de orígenes, caminos y senderos narra La Ruta de la Seda. No era un camino real, trazado,
definido, sino un conjunto de rutas terrestres y marítimas por las que, a lo largo de los siglos, han pasado y cruzado
hombres, bienes, ideas, religiones, identidad, del Lejano Oriente a Europa, y viceversa». Silvia Moresi, (Istituto di Alti
Studi SSML Carlo Bo de Bari).
«Es difícil encontrar un volumen que en unas pocas páginas sea capaz de ofrecer una cantidad tan amplia de puntos
de vista en múltiples campos del conocimiento». Mani Naeimi (Firenze University Press).