Schumann est au soir de sa vie quand sa création est obscurcie par la folie. Au soir qui toujours avait coloré sa musique - singulièrement celle pour piano -, cette musique attirée vers le bas, le déclin, la dépression. Le soir schumannien ne parle - sans mots - que d'une seule chose : la douleur, ici nettement opposée à la souffrance. Douleur qui prend les visages, ou les masques, de la disparition, du langage perdu, de l'étrangeté, de l'intime, des lointains. La musique y apparaît comme cette voix légèrement fêlée ou voilée, loin du pleur comme de la plainte, qui sans cesse retombe à la nuit. C'est elle, la tombée du jour.
Ficha técnica
Editorial: Seuil
ISBN: 9782020788465
Idioma: Francés
Número de páginas: 217
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 23/02/2005
Año de edición: 2005
Plaza de edición: Paris
Especificaciones del producto
Escrito por MICHEL SCHNEIDER
nació en 1944. Escritor, ensayista y psicoanalista muy reconocido en Francia. Entre 1988 y1991 fue alto funcionario del gobierno francés y Director de Música y Danza del Ministerio de Cultura. Algunos de sus libros están dedicados a la música. Por ejemplo, Glenn Gould, piano solo (Gallimard, 1988), ensayo sobre la deslumbrante obra de este pianista. Fascinado igualmente por la literatura, trata las relaciones de Marcel Proust con su madre en Mamá (1999) o relata las presuntas desapariciones de grandes escritores a través de Muertes imaginarias, obra con la que obtuvo el prestigioso Premio Médicis de Ensayo en 2003. Previamente había publicado Baudelaire, los años profundos (1995). Sobre el psicoanálisis, ha escrito Heridas de la memoria (1980), Ladrones de palabras (1985), Big Mother (2003) o Marylin, últimas sesiones, una obra en la que indaga sobre la relación entre Marylin Monroe y su psiquiatra Ralph Greenson en los casi tres años que precedieron al suicidio de la actriz americana, con la que obtuvo gran éxito de crítica y ventas. Unas veces novelista, otras psicoanalista lacaniano, musicólogo, ensayista, crítico, siempre polemista, Michel Schneider no duda en traspasar los géneros.