Kasuga y Nakamura ponen en marcha su plan la noche del festival, pero
no sale como tenían previsto. Pasa el tiempo y, en una nueva ciudad, rodeado
de nuevos amigos. Kasuga cursa ahora bachillerato. Siguiendo la
sombra de Nakamura, de la que ha perdido el rastro, Kasuga es como una
cáscara vacía.