Paula es una niña insufrible. Quiere ser la primera en verlo todo, en enterarse de todo y en tenerlo todo. Y siempre tiene que salirse con la suya. De lo contrario, comienza a gritar y dar alaridos de tal forma que no hay quien la aguante. Un buen día, sus compañeros se hartan de ella y deciden darle un escarmiento. Paula grita tanto que todo el mundo sale corriendo. Al cabo de una hora, ya no se oyen los gritos. Paula ha perdido la voz y uno de los bomberos que han acudido a cerrar los grifos que la gente se ha dejado abiertos al huir, cree que es muda. Cuando todos vuelven, Paula cambia de actitud, aunque nadie puede creérselo.