El 20 de enero de 1900 moría John Ruskin en su casa de Coniston a la edad de 81 años. Unos días después Marcel Proust, entusiasta seguidor del ideario de Ruskin, escribía en su memoria una nota para la Gazette des Beaux-Arts, en la que venía a decir: "hace apenas unos días temíamos por la vida de Tolstoi, pero el temor no se ha cumplido. Sin embargo el mundo sufre hoy una pérdida todavía mayor: Ruskin ha muerto. Níetzsche está loco, Tolstoi e lbsen parecen caminar hacia el final de su carrera. Europa pierde uno tras otro a sus grandes "directores de conciencia". Director de conciencia de su tiempo ciertamente Ruskin lo fue, pero fue también su profesor de gusto, su iniciador en un concepto de belleza que Tolstoi reprobaba en nombre de la moral, pero que Ruskin supo poetizar". Pocas veces, como en este comentario proustiano, la perspectiva que la obra de Ruskin inaugura ha sido mejor entendida. Una obra que recorre por igual historia del arte y filosofía, arquitectura y política, teoría del gusto y de la, cultura, todo ello inscrito en un contexto de ideas y problemas como los que caracterizaron la segunda mitad del siglo XIX, una época que Ruskin interpretó como decisiva a la hora de establecer los referentes de un mundo moderno del que se sentía intelectual y moralmente distante. Una obra, por otra parte, prolija, hecha de grandes recorridos y no menos amplios excursus, en los que convergían los ríos varios de la tradición y la historia en sus profundas creaciones y aquellas otras que marcaban para él el inicio de tiempos de los que intentó protegerse.
Ficha técnica
Traductor: Maurici Pla
Editorial: Murcia. Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Tecnic
ISBN: 9788489882133
Idioma: Castellano
Número de páginas: 512
Encuadernación: Encuadernación en tela
Fecha de lanzamiento: 08/01/2001
Año de edición: 2000
Plaza de edición: Murcia
Alto: 25.0 cm
Ancho: 18.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por John Ruskin
John Ruskin (1819-1900) fue uno de los intelectuales y escritores más importantes del XIX en lengua inglesa. Su influencia y prestigio fueron profundos en todo el mundo occidental no sólo como crítico de arte sino también como reformador social. El mismo Marcel Proust lo consideró «uno de los directores de la conciencia del mundo». Hijo de un rico comerciante de vinos, su posición económica le permitió viajar por toda Europa antes de ingresar en 1937 en Oxford para realizar sus estudios hasta 1842. Un año después publicaría el volumen inaugural de su primera gran obra, Pintores modernos, a la que seguiría en 1849 su obra fundamental Las siete lámparas de la arquitectura. Su amplia producción literaria, con más de 250 obras, abarca el mundo de las artes junto al científico y natural, el medioambiente, la ética, la mitología y la historia y las ciencias sociales y económicas. Sus dotes como dibujante y promotor artístico —son famosas sus apologías de la obra de Turner y los prerrafaelitas— lo convirtieron asimismo en un personaje de enorme relevancia para la conformación del gusto de su época. Las ideas de Ruskin influyeron también en Oscar Wilde, que fue alumno suyo en Oxford, en el movimiento Arts & Crafts de William Morris y de ahí en los teóricos del laborismo. Aquejado de fuertes depresiones y brotes de locura, murió en Brantwood (en el noroeste de Inglaterra) en 1900.