«Nuestros estudios nos permiten asegurar que Nostradamus era un sabio y que exageró su papel de charlatán para preservar su vida y su obra. Los datos astronómicos y cronológicos que ha ocultado en sus escritos, acreditan que estaba muy por encima de la ciencia de su siglo ( ). Su visión de futuro le ha permitido escribir la historia de Europa con una anticipación de siglos y fijar para la humanidad el año 2137 de nuestra era como el centro de un cambio fundamental astronómico. Como consecuencia, el año 2137 será también el centro de grandes peligros y de grandes cambios para la humanidad».