LEMNISCATA

Pitón es uno de los terroristas más temibles y buscados por la policía, y pertenece al sector más duro del Movimiento de Liberación en el que milita desde su juventud. Pronto se establecerán negociaciones entre el Gobierno y la Organización, y Pitón, por su dureza y radicalidad, se ha convertido en un enemigo de ambas partes: a ambos les estorba. Buscando una posición de fuerza en las negociaciones, la Organización le encarga la preparación de un cruel atentado, y él, fiel a sus principios, lo quiere llevar a cabo. Nadie lo sabe -eso cree-, pero ya está fatigado. Han sido muchos de una lucha tan inútil como baldía que, si no se remedia, se resolverá en la nada de una mesa de negociación. En la ejecución del atentado, que consideraba era contra un autocar de la Guardia Civil, se da cuenta en el último momento que no son guardias civiles quienes van él, sino mujeres y niños, probablemente familiares de éstos; pero ya es tarde, porque el joven compañero que le asignaron para la misión pulsa el detonador y se produce una inenarrable catástrofe. Aunque gravemente herido, Pitón sobrevive, y la policía pretende utilizarle para obtener a su vez ventaja en la negociación futura, facilitándoles toda la información que saben ha ido recopilando a lo largo de los últimos años. De no hacerlo, le liberarán, haciendo creer a sus compañeros de armas que ha colaborado tan estrechamente con ellos que su vida no valdrá nada. Pitón, sin embargo, ignora lo que es el miedo..., hasta que le mencionan a Babette, la mujer de la que está enamorado, y al hijo que ambos tuvieron. En ese instante comprende que su plan para retirarse de la lucha armada no puede esperar más, y poniendo en práctica su famosa inteligencia, se decide a burlar tanto a policía como a ex compañeros de armas. Es la hora de la verdad. Libre, aparentemente logra zafarse de la vigilancia a la que le someten, sin duda con el objeto de obtener información para hacerse con toda esa documentación que puede poner un un brete al Movimiento y al mismo Estad