La vida de la familia Bejarano discurrió durante varias generaciones, habitando en aquella casa encantada. Durante muchos años nosupieron que aquel lugar estaba habitado por Sylabus y por toda una corte de espíritus malignos que se habían empoderado en él y desde allí intentaban interferir en sus vidas y en las de los habitantes del sencillo pueblo de Montemayor. Así fue hasta que llegódesde Cuba la bellísima Albalinda de Bejarano, para convertirse ensu nueva dueña. Su belleza conquistó a Sylabus, y enamorada labestia de la bella, todo lo oculto salió a la luz. Contar lo que veía con sus propios ojos, le valió a Albalinda ser declarada porlos médicos como enferma mental. Solo al cabo del tiempo secomprobó que no lo era, sino que poseía el don de ver lo que losojos de los otros no ven. Muchos años después, otro miembro de lafamilia, Alfonso Bejarano, nació con el mismo don, y creyéndoseenfermo decidió romper su noviazgo con Cristina para noarrastrarla a una vida llena de sufri