LUNA Y YO es un libro sencillo. Escrito con un estilo ágil, directo, dinámico. A ello contribuye el recurso del diálogo con Luna, que proporciona fluidez a la narración. En él reflejo: paseos con Luna, encuentros normales y, en parte, apasionantes, con otros canes y propietarios de los mismos. El lector los puede juzgar como reales o fábulas. No me ofendo por ello. Libertad de pensamiento y criterio. Sí es cierto que es un libro vivencial, existencial y personal. Los sentimientos afloran en los diálogos con Luna y he de reconocer, que cuando he escrito la segunda parte: el cáncer, alguna lágrima ha aflorado a mis mejillas. Lunita, en esta situación, ha sido mi amiga y confidente. Mi "paño de lágrimas". Dado que la lectura de los periódicos digitales me aburría, y en parte, me hastiaba por el contenido político; a la vez que animado por amigos a no dejar dormir la pluma, o sease, el ordenador, me animé a desempolvar informes médicos y a presentar a Luna para Presidenta de Gobierno. Es tanta la mediocridad de nuestros políticos, rara avis es encontrar un aurea mediocritas en y dentro de la clase política, que con coraje, entusiasmo y sinceridad, nos atrevimos LUNA Y YO a concurrir a las elecciones generales de 2019. Los tres últimos capítulos dan cumplida cuenta de lo que expongo. De pensamiento rico en matices. Invita y estimula a reflexionar. Un libro analítico, con humor, que ofrece un tinte provocador y crítico.