Imprescindible para adentrarse en el universo temático e ideológico de la obra de Marguerite Duras, la amplia bibliografía propuesta, así como el rigor y pertinencia de las reflexiones, adentran al lector, con un estilo claro y ameno, en la fase experimental durasiana, desde Moderato Cantabile (1958) hasta LAmour (1971), pasando por Le Ravissement de Lol V Stein (1964), Le Vice-Consul (1965) y Détruire-t-elle (1964).El enfoque semiótico desvela los arcanos de procedimientos textuales y temáticos que confieren a la autora su modernidad y originalidad, presentándola como una escritora única e irrepetible.El Deseo, en Marguerite Duras, se abre como espacio de exploración creativa de lo inefable, de una experiencia límite, abocada a cierto fatalismo reflejado en una cadencia, musicalidad y silencios cuyo significante más puro manifiesta una tipografía particular en la que el texto se va disolviendo con la parquedad léxica o con la ruptura sintáctica.Como trasfondo a esta temática de la pasión, que envuelve a unos personajes inasibles y fragmentados, el mar y lo acuoso apuntan al origen matricial, arcaico propio de la fusión, de lo indiferenciado. En este contexto, la niñez o la locura suponen una transgresión frente a un orden social establecido y rígido que impide alcanzar ese Absoluto o Todo ansiado. El grito, el canto o el silencio son una liberación frente a la palabra jerarquizada y opresiva. Y cuando Marguerite Duras explora el territorio de lo femenino, nos lo devuelve a modo de símbolo positivo de lo versátil y cambiante que define a sus personajes errantes o erráticos.Escritora comprometida con su tiempo, su obra traspasa lo estético y propone explorar parcelas del comportamiento humano que el mundo occidental ignora o teme. El deseo, la pasión y la locura, en la obra de Marguerite Duras, se convierten así en el lugar utópico abierto a un mundo nuevo, ajeno a militantismos estériles