Memoria y haiku se ha compuesto con el propósito de respetar la naturaleza de estos poemas y de preservar el sentido de la composición requerido por cualquier libro mediante el diálogo establecido entre los haikus y las imágenes de Pep Carrió, una serie de ilustraciones con la forma simplificada de la cabeza, convertida en un microcosmos por las imágenes que aloja y la rodean. Los haikus seleccionados son de épocas distintas y, en cierto modo, constituyen una muestra alterada de la evolución de estas composiciones. Sin embargo, en este libro no se han ordenado cronológicamente, para así eludir precisamente los rasgos historicistas o biografistas de otras antologías.
(1867-1916) Nació en Tokio. Tras realizar los estudios universitarios, ejerció como profesor en varias ciudades de su país. Amplió estudios en Londres y en 1903 le fue confiada la cátedra de literatura inglesa en la Universidad Imperial de la capital japonesa. En 1907 renunció a la enseñanza universitaria para dedicarse exclusivamente a la producción literaria. Hechicero de la prosa japonesa e iniciador de un nuevo estilo de novela, es una figura emblemática de la literatura japonesa moderna e iniciador de una corriente literaria que continuaron ilustres escritores de diversas escuelas más próximas a nuestros días. El trasfondo ideológico de sus obras ha suscitado el interés de estudiosos japoneses y extranjeros. La armonía de su exquisito lirismo y su perspicaz análisis de la realidad humana han tenido siempre un peculiar atractivo para el público japonés. Soseki es la encarnación de una época de transición violenta, donde el orden de los valores tradicionales choca con el de los modernos valores occidentales cuya fuerza es imaparable. Entre sus obras se encuentran ensayos, poesías y, sobre todo, novelas. Son especialmente representativas, además de «Yo, el gato», «Botchan» («El joven mimado»), «Gubijinso» («Amapola»), «Sanshiro», «Kusamokura» («La almohada de hierba»), «Kokoro» («Corazón»), «Sorekara» («Después»), «Tabibito» («El caminante»), «Mon» («La puerta») y «Meian» («Claroscuro»), que dejó incompleta en noviembre de 1916, poco antes de su muerte.