«Memorias de la casa muerta» es el recuerdo autobiográfico de las experiencias que Fiódor Dostoievski vivió en presidio, después de haber sido condenado en 1849 por crímenes contra la seguridad del Estado. De esas experiencias surge una crónica rigurosa y comprometida de la vida en prisión, así como un estudio de la mentalidad carcelaria y la psicología criminal.Fiódor Dostoievski nació en Moscú en 1821. En 1849 fue condenado a ocho años de trabajos forzados por su participación en un acto literario prohibido. Una serie de trágicas circunstancias le llevarían a una vida nómada y difícil. Pero en 1866 tras la publicación de «Crimen y castigo» su influencia y prestigio fueron centrales en la literatura ruso y sus novelas posteriores no hicieron más que incrementarlo: «El jugador» (1867), «El idiota» (1868), «El eterno marido» (1870), «El adolescente» (1875) y, especialmente «Los hermanos Karamázov» (1879-1880). Murió en San Petersburgo en 1881.
Ficha técnica
Traductor: Jesús García Gabaldón, Otero Macías
Prologuista: Fernando Otero Macias
Editorial: Alba Editorial
ISBN: 9788484280767
Idioma: Castellano
Número de páginas: 336
Tiempo de lectura:
7h 59m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 22/03/2001
Año de edición: 2001
Plaza de edición: Barcelona
Colección:
Clásica Maior
Clásica Maior
Alto: 22.0 cm
Ancho: 16.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Fiódor Dostoievski
Fiódor Dostoievski (Moscú, 1821 - San Petersburgo, 1881). Novelista ruso. Educado por su padre, un médico de carácter despótico y brutal, encontró protección y cariño en su madre, que murió prematuramente. Al quedar viudo, el padre se entregó al alcohol, y envió finalmente a su hijo a la Escuela de Ingenieros de San Petersburgo, lo que no impidió que el joven Dostoievski se apasionara por la literatura y empezara a desarrollar sus cualidades de escritor. En 1849 fue condenado a muerte por su colaboración con determinados grupos liberales y revolucionarios. Tras largo tiempo en Tver, recibió autorización para regresar a San Petersburgo, donde no encontró a ninguno de sus antiguos amigos, ni eco alguno de su fama. Su obra, aunque escrita en el siglo XIX, refleja también al hombre y la sociedad contemporánea.