Este es su segundo libro, tras Precámbrico (Origen y evolución temprana de la vida). Comienza desde el momento en que unos seres unicelulares heterótrofos, pertenecientes al reino Animal (Protistas), empezaron a vivir agrupados formando colonias para, con el tiempo, constituir individuos pluricelulares y, con ello, los primeros tejidos. La obra se desarrolla hasta la gran extinción masiva del Ordovícico, a partir de la cual ya quedan faunas típicamente fanerozoicas, es decir, perfectamente reconocibles y anticipadoras de lo que actualmente encontramos en nuestro planeta. Todo ello siempre en el contexto ambiental y biótico, y a partir de pruebas fósiles y de análisis molecular. La parte dedicada a los vertebrados se abordará en el siguiente libro: Origen y evolución de los vertebrados.La primera parte escudriña el origen de la vida animal, allá en los océanos neoproterozoicos, a partir de formas de vida protistas, analizando teorías y perfilando cuándo pudo surgir la primera vida aérea.En su segunda parte, se da sentido a la «biota de Ediácara» en el contexto de la evolución animal, cuadrándola con las grandes líneas evolutivas animales, bastante crípticas, otorgando coherencia a la teoría de la evolución darwiniana. Se plantea también cómo y hasta qué punto pudo llegar a desaparecer.La tercera parte, núcleo principal del libro, trata sobre la vida animal en el Cámbrico. Se argumenta y cuestiona la explosión cámbrica y se analiza cómo surgieron, evolucionaron y se sucedieron los grandes grupos de invertebrados, así como su papel en el planeta Tierra.Por último, la cuarta parte, dedicada al Ordovícico, explica cómo estos grandes grupos se diversificaron, llegando a un nivel de magnitud similar al actual, hasta desaparecer en una glaciación sorprendentemente corta en términos geológicos, en lo que supuso la segunda extinción masiva más grande del Fanerozoico, la cual se discute críticamente.