Melocotón sigue causando estragos en sus intentos de escapar, y a Mimi se le ocurre que quizás necesita un amigo con quien jugar. Así que Amanda y su madre le compran un compañero, ¡el Príncipe Edwin! Sin embargo, el Príncipe Edwin no es exactamente lo que Amanda esperaba. Torpe, maleducado y un poco chalado, nada en él hace honor a su alta alcurnia. ¿Serán capaces de establecer una amistad, o más bien acabarán odiándose a muerte? Tercera y última entrega de la serie.