Pocos autores en lengua española han vivido la literatura como lo hizo Federico García Lorca (1898-1936). Se hace difícil saber hasta dónde hubiera sido capaz de llevar su obra, pero en apenas dieciocho años, los que van desde sus primeros escritos hasta el triste fusilamiento de Víznar tras el estallido de la Guerra Civil, Lorca alcanzó a ser un excelente prosista, uno de nuestros más grandes dramaturgos del siglo XX y un poeta universal.Cuando se cumplen 75 años del asesinato del poeta, recogemos en el presente volumen toda su producción poética. En los versos inmortales entre Libro de poemas (1921) y Sonetos del amor oscuro (1936) se expande todo el imaginario lorquiano, ese que transita entre lo local y lo universal, entre los gitanos andaluces y la vida cosmopolita de Nueva York, entre lo popular y lo culto, entre la palabra punzante y la metáfora más bella. Éste es el legado poético—monumental y trágico—del que sin duda es uno de los mayores referentes de nuestra literatura.Pocos autores en lengua española han vivido la literatura como lo hizo Federico García Lorca (1898-1936). Se hace difícil saber hasta dónde hubiera sido capaz de llevar su obra, pero en apenas dieciocho años, los que van desde sus primeros escritos hasta el triste fusilamiento de Víznar tras el estallido de la Guerra Civil, Lorca ...
Ficha técnica
Editorial: Galaxia Gutenberg, S.L.
ISBN: 9788481099331
Idioma: Castellano
Número de páginas: 832
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 01/02/2011
Año de edición: 2011
Plaza de edición: Es
Colección:
Rústica 2011
Rústica 2011
Alto: 21.0 cm
Ancho: 14.0 cm
Grueso: 3.5 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Federico García Lorca
Fuente Vaqueros, (1898-1936). Federico García Lorca, poeta y dramaturgo, pasó los primeros años de su infancia en su pequeño pueblo granadino antes de marchar a Granada para estudiar en la Universidad. Allí conoció a Manuel de Falla, personaje que ejerció gran influencia sobre él, transmitiéndole el amor por el folclore y lo popular. Años más tarde, se trasladó a la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde Lorca se dedicó con pasión a la música, el dibujo, el teatro y la poesía. Su obra se caracterizó por poseer un lenguaje personal, inconfundible, que residió en la asimilación de elementos y formas populares combinados con audaces metáforas, y con una estilización propia de las formas de poesía pura con que se etiquetó a su generación.