POR QUE LOS GENES NO SON EGOISTAS

La obra de Colin Tudge es el contrapunto provocador y necesario a la corriente neo-darwinista y positivista que ha dominado la ciencia en los últimos años. En este libro ameno y didáctico, Tudge enumera las interpretaciones parciales de las ciencias de la vida que se han ido sucediendo a partir de la teoría evolutiva de Darwin. Una vez expuesto el panorama actual de las ciencias, nos hace reflexionar acerca de las consecuencias que estas interpretaciones de la vida y el mundo tienen para el ser humano, y preguntarnos por las grandes cuestiones que la ciencia y la técnica, cada vez más especializadas, poco a poco han ido relegando a un segundo plano. "Este libro hace honor a su subtítulo. De hecho, reta a las grandes malas ideas, tanto si son sobre el mundo natural, la condición humana dentro de él, o nuestros hábitos de pensamiento y comportamiento, y sugiere alguna que otra idea, mejor y mayor, para el futuro. Resumiendo, vuelve a poner en su sitio la sabiduría convencional. Todo ello se despliega de un modo fácil pero erudito y las conclusiones son un testamento personal. El mensaje es: piensa diferente. Ahora somos más capaces de hacerlo" - Sir Crispin Tickell Colin Tudge (1943) Escritor de profesión, Colin Tudge estudió biología en la Universidad de Dulwich entre 1954 y 1961, y se especializó en zoología en Peterhouse en el periodo de 1962 a 1965. Ha escrito numerosos artículos en diferentes publicaciones especializadas como New Scientist, y ha mantenido un espacio de divulgación propio en BBC Radio 3. Ha expuesto sus tesis fundamentales acerca de la historia natural, la evolución, alimentación y agricultura, en los numerosos libros que ha publicado; y también ha sido invitarlo a exponerlas en diferentes universidades, la Royal Society británica, y en el Schumacher College de Devon. Una de sus aportaciones fundamentales a la agricultura es lo que denominó “Agricultura Ilustrada” (o agricultura real), que define como “la agricultura que se diseñado expresamente para proporcionar a todos, en todas partes, los alimentos de la más alta calidad nutricional y gastronómica, sin destruir el mundo”.