Si el arte del proceso es, en realidad, el arte de la prueba, como decía Jeremías Bentham, la promulgación de la Ley 1/2000, de Enjuiciamiento Civil, tiene que obligarnos a todos a actualizar nuestros conocimientos sobre las reglas de este arte. La LEC de 2000 ha incidido de manera muy profunda en el conjunto del proceso civil, pudiendo decirse que lo ha hecho hasta el extremo de cambiar el modelo de proceso. El cambio atiende, y de modo trascendente, a la prueba, alterando de modo sustancial la regulación de unos medios probatorios (interrogatorio de la parte y pericial, principalmente), regulando otros nuevos medios (la reproducción de la imagen y del sonido o los soportes informáticos) y, en todo caso, modificando el procedimiento probatorio para hacerlo predominantemente oral y, por tanto, basado en la inmediación. En el estudio de esos cambios se centra la tercera edición de esta obra y lo hace manteniendo las características básicas de las dos ediciones anteriores, esto es, claridad expositiva y atención a las necesidades de la práctica. Y siempre sin renunciar a replantearse las cuestiones clásicas del derecho probatorio, que siguen siendo imprescindibles para comprender los problemas actuales.